Te reto a que apagues la luz
Y te quites lo que yo te puse
J Balvin, La Luz
La dócil y entusiasta aprobación de la contrarreforma energética del presidente López ha despertado la lógica sospecha de un inminente aumento en las tarifas de consumo doméstico.
Al igual que con el precio de las gasolinas, el gobierno
tiene preparada una triquiñuela sencilla, que consiste en la vieja práctica de
sacar dinero de un bolsillo del pantalón para colocarlo en otro y así fingir un
equilibrio económico.
Los aumentos del precio de la gasolina al consumidor
directo serán paliados por el camino del subsidio, que es dinero de todos los
mexicanos. En fin, un engaño amparado en los números de la economía. De esta
manera el aumento mínimo en las tarifas de energía se notará poco.
El
Consejo Coordinador Empresarial no está de acuerdo: el aumento de los
energéticos va a superar en nuestro país el 25% de las tarifas actualmente
vigentes. Eso, sin cuantificar el daño ecológico que las energías sucias
vendrán a aportar a nuestros malos aires.
El asunto es que, mientras las
tarifas domésticas de la CFE no sufrirían teóricamente aumento mayor, el
aumento del precio de la luz se verá reflejado en los costos de cualquier
industria que utilice para su funcionamiento la energía eléctrica. Eso es
todas. Y el golpe irá directo al consumidor final de lo que esas empresas
producen.

Para
referirse a los gobernadores de los estados de Texas y Mississippi, el
presidente Biden usó el término de "pensamiento de Neandertales" por
lo retrógrada y lesiva que resulta su actitud de eliminar el uso obligatorio de
los cubrebocas y permitir el ejercicio al ciento por cien de todas las
actividades. Muy pronto veremos, en las estadísticas de los dos estados las
consecuencias de esta salvajada.
Es
muy comprensible que después de más de un año se sufrir las limitaciones que a
nuestra vida cotidiana ha impuesto la pandemia, ya estemos hartos y exijamos
que la vida "normal" de antes regrese; cosa que será imposible. Pero
los padres de familia -y los mismos alumnos, prisioneros en sus propios
hogares- desean la pronta reapertura de los planteles educativos.
Cierto es que
los niños y adolescentes son menos propensos a contra el Covid 19 que nosotros.
No obstante, pueden ser portadores del virus y llevarlo de las aulas a sus
casas, causando daño a padres y abuelos, mucho más vulnerables.
El
acelere de los dos gobernadores mencionados y de los legisladores dóciles a
seguir cualquier sugerencia del máximo ejecutivo, así como la impaciencia de
los padres de familia ansiosos por deshacerse de sus críos para encargárselos a
la escuela son, sin duda, mentes de Neandertales.
PREGUNTA para la mañanera, porque no me
dejan entrar sin tapabocas: señor presidente, con todo respeto: ¿no se da
cuenta de que nosotros sí nos damos cuenta de la manga ancha que tiene en la
mañanera para sus paleros y la poca oportunidad que se da a reporteros de a deberás
que sí hacen preguntas?

felixcortescama@gmail.com