Ayer terminó una
etapa importante de los medios informativos en castellano.
Se acabó en Madrid el diario El
País, aunque se siga publicando todos los días. Su nuevo capitán, por ser dueño
mayoritario en una entidad en la que participaba -y tal vez ahí siga- el
ingeniero Carlos Slim, es don Joseph Oughourlian, un francés de origen armenio
y libanés, que hace menos de veinte años inventó en Nueva York Amber Capital,
que no tiene otra cosa más que dinero. Especialmente dinero ajeno que sabe
mover, invertir y rendirle dividendos.
El sueño imperial de Jesús Polanco,
comenzó su agonía que ahora se consuma, al morir el patriarca en 2007. El grupo
Prisa, que a lo largo de su vida mandó en la importante editora de libros
Santillana, la cadena SER de radio, el periódico El País que llegó a ser el
principal en la Madre Patria, el deportivo AS y el Huffpost, con múltiples
extensiones. La estación de radio más venerable de los mexicanos, la XEW,
pertenece al 50% al grupo que fundó Polanco. El sueño imperial comenzó
vertiginosamente a perder dinero para terminar en este dominio de Amber
Capital, que si no manda en la mesa editorial manda en las cuentas de banco.
Eso es tal vez lo más importante. 
Las empresas nebulosas de dinero
acumulado y presto a acudir en salvamento de cualquier empresa, de cualquier
rubro y en cualquier lugar, han comenzado a marcar el ritmo al que se mueven
todas las instituciones, incluyendo los gobiernos. Peligrosamente, los medios.
Así ocurre hoy con El País, como sucedió con Le Monde en Paris y en el hoyo al
que se asoman muchos periódicos europeos -y mexicanos- que no han sabido mutar
al formato electrónico y abandonar los enormes rollos de papel periódico
montados en las rotativas.
Parecería una advertencia presurosa.
La presencia de los hombres del dinero en las finanzas del New York Times o el
Allgemeine Zeitung ya tiene historia. Desde luego que los que invierten parte
de su fortuna en medios, lo único que esperan ansiosos son los resultados
financieros de sus periódicos, canales de tele o estaciones de radio. Con
excepciones poco conocidas, nunca pretenden ejercer presión sobre la línea
editorial de los medios que financieramente dependen de ellos.
Uno nunca sabe cuando cambiarán de
opinión. Lo sabremos en El País o en la XEW pronto.
PREGUNTA para la mañanera, porque no me
dejan entrar sin tapabocas: con todo respeto, señor presidente ¿cuántos pesos le
va a seguir invirtiendo en el eje Buenos Aires-La Paz-Ciudad de México?

felixcortescama@gmail.com