El juego del Super Bowl del domingo entre los Buccaneers y los Chiefs estará marcado por el duelo generacional entre el veterano Tom Brady, el mariscal de campo más ganador de la historia, y el joven Patrick Mahomes, su mejor sucesor.
A sus 43 años, resistiéndose al retiro, Brady ha sorprendido a la NFL con un nuevo regreso al Super Bowl para intentar arrebatarle a los Chiefs la corona conquistada el año pasado e impedir que instauren un nuevo orden en la liga.
Aunque esta vez no porte el uniforme de los New England Patriots,
al ‘quarterback’ californiano nunca se le puede descartar cuando se
trata de gestas en un campo de football americano, como atestigua su
inigualable historial.
Brady sumará el domingo 10 apariciones en el Super Bowl, con una
efectividad del 48% en sus 21 temporadas de carrera, y ha levantado por
ahora un récord de seis títulos, cifras que no alcanza prácticamente
ninguna de las 32 franquicias de la NFL.
Únicamente los Patriots cuentan con más participaciones en Super Bowl (11) que el mariscal de campo y solo este equipo y los Pittsburgh Steelers le igualan por ahora con seis títulos.
Abandonando en 2020 a los Patriots y a su mentor Bill Belichick,
Brady dio por terminada una de las mayores dinastías del deporte
estadounidense, pero lo más sorprendente de su decisión fue el destino
elegido, los Tampa Bay Buccaneers.
El equipo de Florida apenas lucía un Super Bowl (2002) en su palmarés
y llevaba 13 años sin pisar los playoffs, pero contaba con un cuerpo de
receptores (Mike Evans, Chris Godwin, Scotty Miller) listo para
explotar gracias a la precisión que todavía posee el brazo de Brady, que
este año ha logrado su tercera mayor marca de touchdowns en una
temporada (40).
Tampa también ofrecía el aliciente de ser la sede del Super Bowl de
2021 y pocos consiguieron vislumbrar entonces que Brady conduciría a los
‘Bucs’ a ser el primer equipo en jugar la final en su propio estadio.
El choque del domingo en el Raymond James Stadium de Tampa
puede ser para Brady el mayor reto de su legendaria carrera por la
envergadura del equipo rival y del ‘quarterback’ que lo comanda.
A sus 25 años, Patrick Mahomes ya ha recogido los premios al Jugador Más Valioso (MVP) de la temporada en 2018 y del Super Bowl que los Chiefs ganaron a los San Francisco 49ers en 2020.
Esta temporada, convertido ya en el nuevo rostro de la NFL, el texano
ha sabido aguantar la presión hasta llegar a ser el mariscal de campo
más joven en alcanzar la final en dos campañas consecutivas.
Mahomes, dueño de un talento extraordinario que se eleva en las
jugadas decisivas, simboliza un cambio de época en la NFL tanto por su
estilo de juego – más rápido y dinámico que Brady pero también con un
poderoso pase – como por el compromiso público con causas sociales,
especialmente la lucha contra el racismo.
Elogios mutuos
El pasado lunes, en el arranque de la semana del Super Bowl, ambas estrellas se repartieron grandes elogios.
“Admiro a Patrick por el tipo de jugador que es“,
afirmó Brady en una videoconferencia de prensa. “Sus compañeros adoran
jugar con él, tiene mucho carisma. Ningún momento es grande para él.
Siempre parece jugar a su máximo nivel cuando su equipo lo necesita”.
Mahomes, que tenía seis años cuando su rival levantó su primer Super
Bowl el 3 de febrero de 2002, no dudó en reconocer a Brady como el
“GOAT” (las siglas en inglés de “El Más Grande de Todos los Tiempos”).
“Si eres un joven atleta y practicas cualquier deporte y no admiras a
gente como Brady, estás loco”, zanjó Mahomes. “Son tipos que han tenido
éxito año tras año. Es el tipo de grandeza a la que debes aspirar”.
“Crecí viéndole jugar, sigo viéndolo y sigue en lo más alto del
juego”, señaló. “Va a dejar todo lo que tiene en el campo cada vez que
juegue (…) Quiere ganar. Siento que yo tengo la misma mentalidad. Solo
quiero ganar sin importar lo que ocurra o cómo ocurra”.
Brady y Mahomes, los dos ‘quarterbacks’ con mayor diferencia de edad
en una final, se han enfrentado por ahora en cuatro ocasiones, con dos
victorias para cada uno. El desempate, y un pedazo de la historia de la
NFL, se librará el domingo en el Super Bowl, el mayor escenario posible.