Lionel Messi y Cristiano Ronaldo hirieron, quizá pudieron eclipsar, su fama de goleador feroz. Pero los intentos de golpe de Estado no prosperaron y O Rei Pelé respira tranquilo en su trono: 44 años después de colgar los botines, su rango de leyenda está a salvo.
Primero fue el argentino con el quiebre de una marca propia de hombres fieles. La Pulga
hizo suyo el registro de más goles anotados en un mismo club. El 22 de
diciembre pasado celebró ante el Valladolid 644 tantos con el Barcelona, uno más que los cantados por el brasileño en Santos.
Messi firmó su récord en 749 partidos oficiales con los culés, lo que
supone 0,85 goles por cotejo. O Rei, a quien muchos consideran el mejor
jugador de todos los tiempos, anotó con la camiseta de Santos 643 en
757 encuentros, para un promedio de 0,84.
“Historias como la nuestra, de amor al mismo club por tanto tiempo,
desgraciadamente cada vez son más raras en el fútbol. Te admiro”, lo
congratuló Pelé, que jugó en el Peixe entre 1956 y 1974 antes de su paso
por el Cosmos de Nueva York, donde se retiró en 1977.
‘Leo’ ya había sobrepasado, en 2012, otro hito de Pelé. En esa
temporada, con 76 anotaciones, superó la marca del brasileño (75) en
número de goles marcados en un mismo año natural.
“El legado de Pelé no va a morir nunca, va a pasar a la historia y a
seguir en la historia como uno de los más grandes. Su legado va más allá
de los goles”, dice a la AFP Carlos Salas, director de la filial
colombiana del diario español Marca.
A diferencia de los 10 de Argentina y Brasil, el 7 de Portugal ha tenido una carrera más dilatada con pasos por Sporting de Lisboa, Manchester United, Real Madrid y Juventus.
Máximo goleador
Sin embargo, Cristiano entra al debate de un modo
más universal. A los ojos del especialista en estadísticas Mister Chip,
el luso desplazó a Pelé como segundo máximo artillero de la historia el
pasado 3 de enero con un doblete ante Udinese.
CR7 anotó su gol 758 en su partido oficial 1035 frente a 757 del
brasileño en 815 duelos. El atacante austríaco y checoslovaco Josef
Bican es el máximo artillero, con 759 en 495 choques, según Mister Chip.
La gesta de Cristiano fue celebrada principalmente en Europa. En Brasil manejan otros datos.
Basados en estadísticas de centros internacionales y propias, los
medios locales cuentan 762 celebraciones de Pelé porque incluyen tantos
anotados en encuentros que para algunos especialistas no son oficiales.
El Peixe, incluso, divulgó el 26 de diciembre una
nota de la Asociación de Investigadores e Historiadores del Santos en la
que cuestiona la validez de la flamante marca de Messi en el Barça.
“En las cuentas de la prensa especializada, el rey del fútbol marcó
643 goles en competiciones (oficiales) y los 448 anotados en partidos o
torneos amistosos fueron relegados al ostracismo”, aseguró.
O Rei reivindica el puesto de máximo artillero de la historia con mil
283 goles y la FIFA habla de mil 281 en mil 363 partidos, pero el
recuento es cuestionado porque incluye anotaciones como las que hizo en
el equipo del ejército brasileño mientras prestaba servicio militar.
“Nada de eso nos debería distraer sobre sus conquistas increíbles”,
escribió Pelé el miércoles en Twitter en referencia a Messi y Cristiano.
Más que números
Pese a la pérdida de récords, la llama del rey sigue alumbrando.
“El fútbol no se explica sólo con números, también con juego”,
intervino en Twitter Jorge Barraza, autor del libro ‘Fútbol de ayer y de
hoy’, en una comparación entre Messi y Cristiano que aplica para el debate sobre el mejor jugador de todos los tiempos.
Con actuaciones memorables en las Copas del Mundo y en sus
interminables giras con Santos, el brasileño internacionalizó el fútbol.
Olfato goleador, chilenas, invenciones de jugadas y técnica exquisita
hicieron parte del repertorio de la primera figura mundial del deporte.
O Rei además es el único jugador en alzar tres mundiales
(Suecia-1958, Chile-1962, México-1970), una estela difícil de seguir
para Messi (33 años) y Cristiano (35), que están en blanco en ese rubro.
“Pelé fue una irrupción, con su estilo, con su precocidad sobre todo
en los mundiales, como ese ejemplo de echarse encima (liderar) a Brasil. Todos recordaremos siempre a Brasil por Pelé”, cierra Salas.