Tuvieron que pasar ocho meses y seis días para que el presidente Andrés Manuel López Obrador, a través de un decálogo, volviera a pedir a la población que se quedará en casa y así evitar la propagación del Covid-19.
El pasado 27 de marzo, en un mensaje en sus redes sociales, dijo:
“ahora lo que queremos es que se retiren todos, que estén en sus casas,
con sus familias, ayúdenos también a guardar la sana distancia y que
haya higiene”.
Con 108 mil 173 muertes por coronavirus y más de un
millón 144 mil personas contagiadas, el mandatario comenzó su
conferencia mañanera leyendo una carta a los mexicanos para que eviten
asistir a fiestas y organizar reuniones en esta temporada navideña.
Contrario a las decenas de respuestas que ha dado el jefe del Ejecutivo
del por qué no usa cubrebocas, este viernes, con una expresión sería y
un tono de voz diferente, leyó su carta donde claramente pide a los
ciudadanos, y en especial a los habitantes de la Ciudad de México: “salir sólo para lo necesario”.
El decálogo presidencial para evitar la propagación del virus en la
temporada de decembrinas contiene recomendaciones como no optar por lo
material y evitar los regalos de Navidad; desistir en la asistencia de reuniones navideñas o de fin de año; no recibir visitas en casa, seguir las indicaciones de la Secretaría de Salud y acudir de inmediato al médico en caso de presentar síntomas.
“Comuniquémonos por teléfono o por videollamada con nuestros
familiares y amigos y que no se reciban muchas visitas, aunque sean
nuestros seres queridos”, dijo el mandatario.
El llamado presidencial fue más enfático para los habitantes de la Ciudad de México,
donde se incrementa drásticamente la movilidad entre el 12 y 24 de
diciembre, lo cual podría disparar los contagios y saturar los
hospitales para inicios de 2021.
Ya en la sesión de preguntas, el mandatario sorteó la pregunta sobre si la Ciudad de México
regresaría a semáforo rojo, con el compromiso de que la próxima semana,
la capital del país contará con 500 camas extras con respirador
artificial.
En su convocatoria, el Presidente reiteró que se
trata de recomendaciones respetuosas, porque el pueblo es libre, por lo
que apeló a la responsabilidad personal y el autocuidado.
Ya en las preguntas, al mandatario le cuestionaron si se sentaría a
dialogar, incluso a tomar un café con ex mandatarios del país, y a
diferencia de otras ocasiones donde sus respuestas son en automático,
para ésta se tomo unos segundo de reflexión para decir que sí.
López Obrador también aprovechó una pregunta sobre
la propuesta de acuerdo del INE para evitar la sobrerrepresentación
legislativa, para hablar de sus adversarios y anécdotas del expresidente
Juárez. Para el jefe del Ejecutivo, ese acuerdo “le hace lo que el
viento a Juárez”.
Otro de los temas fueron los contratos por más de 300 millones otorgados por Pemex a su prima hermana, Felipa Obrador.
El Presidente no lo negó y pidió que se investigará el caso. Ademas,
leyó su misiva de 2019, donde pide a funcionarios que no reciban a sus
familiares ni les atiendan las llamadas.
Preguntó quién había publicado el reportaje, y tras escuchar el nombre de Carlos Loret, soltó una carcajada y un aplauso.
“Ni a mi hijo defendería si hay corrupción”, dijo el Presidente para cerrar el tema de su prima hermana.
La mañanera terminó con la entrega de un cubrebocas al Presidente por parte de una comunicadora que dijo fue hecho por el Centro Universitario de Medicina Alternativa.
A las 8:30, el mandatario anunció que ya se retiraba porque si no, no le daría tiempo de tomar su café y pan antes de viajar a Nayarit, donde retomará su gira que suspendió por atender las inundaciones en Tabasco.
ica