El presidente
Donald Trump promulgó una ley este jueves que otorga mil millones de
dólares para ayudar a los pequeños proveedores de servicios de
telecomunicación a reemplazar el equipo fabricado por las empresas
chinas ZTE y Huawei.
El Gobierno de
Estados Unidos considera que esas compañías representan un riesgo para
la seguridad, y ha presionado a sus aliados para que no usen los equipos
de Huawei en las redes celulares de siguiente generación, conocidas
como 5G. Ambas empresas han negado que China utilice sus productos para
espiar.
La Comisión
Federal de Comunicaciones (FCC, por sus siglas en inglés) ya votó a
favor de prohibir que las compañías telefónicas de Estados Unidos
utilicen subsidios del Gobierno para adquirir equipo de las dos
compañías chinas. Esta propuesta de ley afecta en su mayoría a pequeñas
compañías rurales, porque los principales proveedores de red en Estados
Unidos no utilizan equipo chino.
La Casa Blanca
dijo que usar a proveedores que no son confiables para construir
infraestructura de telecomunicaciones es un riesgo para la seguridad
nacional al exponer las redes a participantes que podrían estar
influenciados por entidades extranjeras.
La ley crea un
programa de reembolso que los pequeños proveedores de telecomunicaciones
pueden utilizar cuando quitan y reemplazan equipo fabricado por
entidades que se considera representan riesgos inaceptables para la
seguridad nacional. La ley está dirigida a proveedores de
telecomunicaciones con menos de 2 millones de clientes.
“El Gobierno no
se arriesgará a someter la infraestructura crucial de
telecomunicaciones de Estados Unidos a compañías que son controladas por
gobiernos autoritarios o adversarios extranjeros”, señaló la Casa
Blanca en un comunicado.
Donald
Morrissey, vocero de Huawei, dijo que la ley era un “intento poco
realista de arreglar algo que no está descompuesto” y que afectará a los
consumidores locales.
“La ley sigue
sin contar con fondos suficientes, tardará más tiempo del previsto para
llevarse a cabo y pondrá en riesgo a algunos de los clientes de Huawei,
quienes operan en las zonas más desatendidas”, añadió Morrissey.