La plataforma estadounidense de películas ´online´ Netflix ha entrado en el negocio de las salas de cine "salvando" del cierre al histórico Paris Theatre de Nueva York,
una de las instituciones del séptimo arte más antiguas del país, a la
que se le acabó el contrato de alquiler el pasado agosto.
"Después de 71 años, el Paris Theatre tiene un perdurable legado y sigue siendo el destino para una experiencia en sala única"
El Paris Theatre, que fue inaugurado en 1948 por la actriz Marlene
Dietrich y se sitúa en la concurrida Quinta Avenida de Manhattan, junto
al hotel Plaza, ha sorprendido colgando el cartel del filme "Marriage
Story", de Noah Baumbach, tras varias semanas con sus puertas cerradas.
El misterio quedó resuelto en una nota de prensa
de Netflix, que anunció un acuerdo de alquiler con el propietario "para
mantener el cine abierto y salvar la querida institución", además de
usar su sala "para eventos especiales, proyecciones y lanzamientos de
sus películas".
"Después de 71 años, el Paris Theatre tiene un perdurable legado y sigue siendo el destino para una experiencia en sala única",
apuntó Ted Sarandos, el jefe de contenidos de Netflix, que no dio
detalles sobre el acuerdo de alquiler, previsiblemente a largo plazo.
De acuerdo a medios especializados, Netflix
lleva años intentando tomar el control de alguna sala de cine, ya que
está teniendo problemas para que las cadenas nacionales proyecten
algunas de sus películas durante un tiempo limitado antes de que estén disponibles en "streaming".
Fue el caso de "Roma", de Alfonso Cuarón, que se llevó tres Oscar el
año pasado, y más recientemente de "The Irishman" de Martin Scorsese o
"Marriage Story" de Baumbach, que no están logrando acceder a las salas
de cine en Estados Unidos de forma generalizada.
Controlar una sala de cine le permitirá a Netflix
proyectar sus filmes con libertad en la gran pantalla, algo beneficioso
para sus contenidos ya que uno de los requisitos para optar al Oscar es
que las películas se hayan estrenado en sala, y esa posibilidad atrae a
cineastas de calibre.
El Paris Theatre, que solamente tiene una sala, fue abierto por la firma francesa Pathé y es reconocido por "introducir cintas en lengua extranjera a la audiencia estadounidense"
como "Romeo and Juliet", de Franco Zeffrelli, o "Divorce Italian
Style", de Marcello Mastroianni, que estuvieron en cartel durante casi
un año.