“Yo no ando buscando que la gente
apruebe lo que digo. Ni ando buscando quedar bien con nadie. Si así lo
hiciera, ya no sería yo un servidor de Cristo. ¡Para mí, lo importante
es que Dios me apruebe!”
Gálatas 1:10 (Traducción en lenguaje actual)
Este es uno de esos temas de los que no
me gustaría escribir, pero siento en este día en especial escribir sobre
ello, porque aunque en ocasiones lo queramos negar, a veces las
Iglesias se han convertido en un lugar de esclavos.
Todos aquellos que vivíamos sin Dios pecábamos deliberadamente y Jesús dijo sobre esto: “Jesús
les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace
pecado, esclavo es del pecado” Juan 8:34 (Reina Valera 1960).
Pero también Jesús había dicho: “Jesús
les dijo a los que creyeron en él: —Ustedes son verdaderamente mis
discípulos si se mantienen fieles a mis enseñanzas; y conocerán la
verdad, y la verdad los hará libres” Juan 8:31-32 (Nueva Traducción
Viviente).
Leyendo esto podemos entender claramente
que antes vivíamos en oscuridad, esa oscuridad que nos llevaba a ser
esclavos, esclavos del pecado, pero al conocer a Jesús y sus enseñanzas,
pero sobre todo al mantenernos fieles a lo que nos enseña, nosotros
conoceríamos la verdad y esa verdad nos iba a liberar de la esclavitud.
“Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí” Juan 14:6 (Reina Valera 1960).
Ahora bien, por muchas generaciones y la
actual no es la excepción la Iglesia ha estado llena de esclavos y no
hablo solo en sentido espiritual o pecaminoso, sino mas bien esclavos de
personas que a veces sin el temor de Dios son capaces de inventarse las
normas más estrictas para que la gente de la Iglesia los “obedezca” y
se “sujeten” a su autoridad.
Para mi es triste leer cartas de
personas que me escriben y me cuentan cómo están siendo víctimas de
normas humanas que mas allá de estar respaldadas por la Palabra de Dios,
son creadas con el son de atemorizar y esclavizar a la gente en sus
Iglesias con el único propósito que la gente los obedezca al pie de la
letra.
Y me atrevo a hablar de esto porque yo mismo en algún momento de mi vida me sentí ESCLAVO
de normas humanas que por temor al que dirán o por temor a desobedecer a
mis autoridades trataba de cumplir a pesar de no sentirme bien al
hacerlo.
Esta corriente esclavizadora trata de manipular a las personas de sus Iglesias con frases comunes y trilladas como: “Si no sirves, no sirves”, ¿Cómo es posible eso?, ¿Acaso no somos hijos de Dios?, ¿Por qué si un hijo de Dios no sirve, entonces no sirve?, frases como: “El que no vive para servir, no sirve para vivir”, ¿Entonces?, ¿Quiere decir que si no sirve mejor se muera? ¡Por favor! ¿Hasta donde ha llegado nuestra falta de conocimiento y nuestra ignorancia espiritual?